La familia se ratificó como el núcleo de la organización.

Familia-300x166La comisión de Familia reunió a mayores, mujeres y jóvenes, desde las naciones Nasa, Kokonukos, Epedara siapedar, Misak, Quizgueño, Toutontona e Yanakunas. Escogió trabajar en tulpas, para que todos y todas hablaran y se escucharan, según el sentido del fogón, que se llama a recuperar, incluso en la forma de organización del Congreso. Se recuerda que el tema de Familia revela muchas problemáticas que son invisibilizadas y poco discutidas de manera pública, por lo tanto se requiere proporcionar más reflexión, atención y orientación en el proceso para que no nos dé miedo hablar de ese tema. “Insistimos que parte del problema es no reconocer que tenemos el problema, seguirlos ocultando es autodestruirnos” dice la relatoría.

En primer lugar, la comisión hizo una evaluación de las problemáticas más sentidas en las comunidades indígenas, que llevan a la descomposición familiar y comunitaria. Se abordó el abandono de hogares, tanto de hombres y hoy en día por parte de mujeres, dadas las necesidades económicas (en particular la falta de tierras), afectivas y sociales, lo que desarmoniza y afecta tanto al hogar, a los hijos e hijas como a la comunidad. También se resaltó la falta de educación y orientación en la parte sexual y reproductiva, conllevando al incremento de embarazos a temprana edad, de madres cabezas de familia, así como del abandono de niños.

El consumismo que penetra las comunidades genera la perdida de los valores de respeto en las familias (tanto familia naturaleza, hogar, comunidad y organización) así como de la autoridad de los padres.

En cuento a los espacios organizativos, se denuncia la concentración de los recursos económicos en proyectos que no tienen en cuenta las necesidades reales de las familias; mientras muchas veces no se reconoce los programas que llevan procesos de base en las familias, en particular por algunos líderes que tienen actitudes que desarmonizan a sus propias familias (irresponsabilidad, abandono) y por lo tanto a la organización.

El incremento de la violencia sexual sigue siendo un tema de mayor preocupación, y no se podrá resolver mientras no haya un análisis de fondo de las causas estructurales, que busque herramientas de acompañamiento y de justicia propios y apropiados. Pues, se analiza que, después de 42 años de lucha, el machismo sigue muy arraigado, y no se reconoce que esa discriminación no permite construir armonía ni dignidad para los pueblos originarios. A eso, se suma un problema de autoritarismo en el ejercicio de la autoridad, en el caso de unos líderes que imponen su visión a las comunidades y desprecian los aportes y fortalezas que vienen generando, bajo mandatos, las mujeres, jóvenes y mayores.

Por lo tanto, se tiene que recordar que luchamos tanto por el reconocimiento de nuestros derechos individuales como colectivos, desde una postura colectiva e integral. Sin embargo hay que tener cuidado a no descuidar el derecho propio queriendo conformarse a la legalidad, más que a la legitimidad.

Otro problema mencionado, como en otras comisiones, fue el incremento de consumo de sustancias farmacodependientes, conllevando al deterioro de las personas en particular y al conjunto de su familia.

De igual forma, se reconoce la dura labor de las mujeres en el hogar, en la sombra de sus esposos, así como se valora el papel de las que apostaron a la organización, pese a que también se llama a no descuidar la armonía familiar. No se trata de juzgar a las compañeras sino repensar la integralidad y los perfiles de las y los compañeros que asuman cargos de orientación familiar, desde la autovaloración, el respeto y la redistribución desde la familia. Se llama a no separar la familia de la organización, pues somos parte de un todo que es el territorio, desde el cual debemos hacer una revisión autocrítica de vida y práctica cotidiana, para la defensa territorial y de la vida.

Así mismo, se reconocen las experiencias de construcción comunitaria que parten desde la Madre Tierra como fundamento, como el proceso de formación de salud, de formación en desarrollo comunitario así como la educación propia, esencial al acompañamiento de las familias y de los niños en las escuelas.

En segundo lugar, con la idea de construir mandatos en el marco de este XIV Congreso del CRIC, se dejaron propuestas a analizar en plenaria. Primero, se propuso que todos los programas trabajaran desde la familia como base fundamental de la comunidad y organización. En el marco general de la familia se planteó como mandato la creación y fortalecimiento de consejeros de familia a todos los niveles para trabajar ese tema con los jóvenes, mujeres y mayores, así como la creación de un consejo de acompañamiento y orientación espiritual a las familias, por los mayores. Se propone nombrar una coordinación de familia regional para articular los programas de jóvenes, mujeres y mayores según la plataforma de lucha del CRIC. Se recomienda formar y responsabilizar a los padres en cuento a la maternidad y paternidad según la cosmovisión indígena y que los comisarios de familia en territorios indígenas no sean extraños a nuestra realidad.

En la parte organizativa, se recomienda no parcializar las diferentes áreas del CRIC, pues el proceso es integral. Además el personal se debería escoger según su experiencia y el reconocimiento de su responsabilidad en la familia y la comunidad, y, por otro lado, se debe garantizar la paridad entre hombre y mujeres en los cargos y empleos de la organización.

Revisando los proyectos de acompañamiento de la organización, se quiere promover criterios de selección de los beneficiarios (mujeres cabezas de hogar, mayores, personas discapacitadas, jóvenes y guardia) para promover la autonomía económica y evitar la migración. En particular en la distribución de tierras, se debe tener en cuenta a las mujeres, en igualdad con los hombres. En respeto a los proyectos y programas estatales, se requiere redireccionarlos para que sean conformes al ejercicio de la autonomía y no generen dependencia de las familias.

Las propuestas en lo económico son muy concretas: crear un fondo de solidaridad para acompañar los procesos de familia desde lo regional (aportes del 2 % de lo devengado de los y las trabajadores del CRIC, criterios de inversión, etc.) ; reorientar la inversión de los recursos de transferencias para invertir más en la producción, transformación y estudios de mercadeo y comercialización para las familias ( 20% del SGPS) así como dar operatividad al mandato del XIII Congreso (3% de SGPS y de los recursos de los programas para el trabajo de familia).

En la parte de la violación sexual, se llama a ejercer la autoridad desde el conocimiento ancestral para tratar y curar esos problemas a raíz, para que no se repitan. Además, el blindaje social de la organización es urgente dada la aprobación del fuero penal militar que agrava la situación de impunidad y de atropello en las comunidades.

Referente a los de niños y jóvenes, se promueve la creación de espacios para que participen, y para que sean educados políticamente, desde las experiencias positivas y negativas de sus mayores, así como acompañar a los niños desescolarizados desde la educación propia.

La promoción y recuperación de los idiomas (y pensamientos) originarios desde la organización sigue un punto fundamental, en todas las comisiones, y necesita trabajarse no solo desde los espacios escolares, sino comunitarios y familiares.

Finalmente se promueve una actitud de autocrítica en todos los espacios de la organización y de la familia (padres e hijos) para poder avanzar y orientar en coherencia. En todas las tulpas de esta comisión, se ratificó la importancia del décimo punto de la plataforma del CRIC y se llamó a respetar los espacios y avances que se han creado así como a recuperar la espiritualidad como estrategia de pervivencia milenaria, reconociendo el papel de los mayores en esa tarea. En el camino de la resistencia cultural, de la soberanía económica y de la expresión de la identidad, se recuerda que las artesanías juegan también un papel fundamental y no debe verse como una actividad comercial.

“Es urgente volver al trabajo desde el seno familiar, para recuperar la organización y hacer conciencia de nuestra existencia de pueblos milenarios e hijos de la Tierra. Si desde el territorio no hay familia, no hay educación, no hay salud, no hay cabildo, y ni mucho menos hay organización.”

CONSEJO REGIONAL INDÍGENA DEL CAUCA –CRIC-

PROGRAMA DE COMUNICACIONES Y TEJIDO DE COMUNICACIONES ACIN

Territorio de Kokonuko, junio 20 del 2013.

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